domingo, 17 de julio de 2011

Odio extrañar

A veces sientes bonito al escuchar que alguien te ha extrañado... te duele un poco extrañar a alguien pero piensas que es algo bueno porque esta persona te produce emociones fuertes... Sin embargo, yo odio extrañar porque para mi EXTRAÑAR ES SINÓNIMO de olvido...
cuando extraño a alguien es porque dejó de ser una prioridad en mi vida y ahora se ha convertido en una parte de mis opciones secundarias...
extrañar a un amigo muy intimo para mí es como GRITAR que se ha convertido en un CONOCIDO y que ya no somos tan importantes en la vida del otro... que ahora somos utilería...
Para mí, extrañar me hace sufrir... me hace sentirme olvidada y poco querida... aunque la sociedad intente que mediante hipocresía natural crea que el te extraño es un sentimiento bonito dulce y genial que se da entre amigos
ODIO EXTRAÑAR porque sé que he olvidado a esa persona... porque sé que por más que yo ahora me de cuenta... ya no regresa todo lo que pasamos... la amistad sólo se mantiene pero no se fortalece... y te das cuenta que es hora de enrumbarte por un nuevo camino en el que ellos ya no se encuentran...

Consejos no aconsejables

De pronto.... luego de una gran época sin batallas ni combates, el soldado decide volver a la guerra... la pregunta es porqué lo hace?... simplemente es porque necesita revivir los momentos que hicieron que se sintiera vivo por un momento...
quizás no es la mejor opción... porque aumenta el trauma post guerra... porque hace que mucha gente se preocupe al verlo regresar a sus hazañas tan peligrosas... porque hiere gente... la destruye por un poco de satisfacción propia...
Lamentablemente, necesita dejar su vida tranquila y pacífica; tiene la necesidad de regresar... de sentir esa emoción alucinante que produce estar en combate... ser el único dueño de sí mismo y dejarse llevar por sus instintos...
Pero... el problema más grande es que NO somos soldados... NO tenemos que hacer cosas extremas para defender nuestras vidas y sentir emociones... y que sin embargo, BUSCAMOS los momentos de peligro, las cosas arriesgadas porque son divertidas... no porque son buenas... porque son demasiado geniales pero poco inteligentes... Humanos ... apasionados que simplemente buscamos despertar emociones extremas sin motivo alguno...